Los skinheads nacionalsocialistas manejan tres tipos de reapropiaciones: unas relacionadas concretamente con Adolf Hitler, como personaje histórico predilecto y ejemplar; otras referentes al III Reich y la II Guerra Mundial (Alemania nazi); y por último, otras relacionadas con un corpus mitológico-simbólico de lo germánico.
No hay alguien tan imitado, citado, leído y reapropiado por ellos como Hitler. Tal como lo demuestran los testimonios que recoge Sebastián Vargas en el trabajo de campo, ellos le tienen por su líder, por aquel ejemplo histórico a seguir:
A: nuestro fhürer, nuestro líder, nuestro ejemplo a seguir. Para nosotros es el hombre más grande de la historia, el único que se atrevió a devolverle a una nación su esplendor y grandeza, cortando de raíz los males de la sociedad y del mundo.
W: sieg Hitler, sieg hail! El fhürer representa para nosotros los nacionalsocialistas la lucha. Su lucha es nuestra lucha, por mantener la sociedad limpia, organizada y libre de anormalidades.
La razón de que el culto al nazismo descanse principalmente sobre la figura de este personaje, debemos hallarla en la misma historia del nacionalsocialismo. Muchos autores definen el III Reich como una religión política, en la que Hitler se erigió como mito y Dios, como «la personificación de la nación y la unidad de la comunidad nacional, […] baluarte frente a aquellos que la nación percibía que eran sus poderosos enemigos ideológicos: el marxismo-bolchevismo y, sobre todo, los judíos» (Kershaw, 2003:325-326).
Sebastian Vargas Investigacion para la Universidad Mnuto de Dios -Revista Tabula RASA |